Aquí os dejamos este artículo publicado esta semana en el mundo digital. Me gusta ver que se habla de parto respetado, lactancia y crianza natural en los medios. Esto significa que las cosas empiezan a visibilizarse, aunque el conflicto existe hace ya demasiado tiempo. El problema del intervencionismo en los partos se remonta a hace no cientos, sino miles de años. La especie humana lleuuva poblando la tierra millones de años, a medida que nuestra especie se fué alejando de su parte instintiva y animal para desarrollar capacidades cognitivas cada vez más avanzadas, se alejó también de su capacidad de concebir tal y como el resto de los mamiferos lo hacen. Es verdad que el tamaño del cráneo humano es claramente superior al del resto de los mamíferos, pero también es verdad que ha desarrollado sistemas para salvaguardar este "problema de cabeza". Igualmente hay que mencionar que los humanos llevamos a cabo una "exogestación" pues nuestra madurez cerbral e inmunológica se producen fuera del útero materno.
Pero no quiero hablar de antropología ( de lo cual no se apenas nada) si no de intervencionismo. Nuestro querido Michel Odent nos hablaba hace apenas una semana del condicionamiento cultural del parto. A lo largo y ancho del planeta las distintas sociedades y culturas tienen sus propios ritos y costumbres alrededor del parto, es difícil encontrar una mujer que dé a luz sola, en la intimidad, en la oscuridad, al abrigo de la propia naturaleza o de su hogar...Y este es el problema: activamos el neocortex, donde reside el raciocinio, el lenguaje...Es por ello que cualquier tipo de intervención en un parto puede detenerlo y dar al traste con todo el mecanismo fisiológico y biológico del nacimiento humano. Quirófanos, paritorios, piscinas de parto, pelotas, sillas, acompañantes ruidosos, médicos, enfermeras, matronas, axuiliares, maridos, familiares.....toda una serie de interrupciones sensoriales que aunque creadas y destinadas a procurarnos lo mejor no dejan de inhibir una maquinaria "quasi perfecta". Da miedito pensar en parir sola, pero todo es fruto de años y años de condicionamientos, de ideas de dolor y sufrimiento, de malas prácticas y de malas experiencias.
Mucho por hacer, tanto por aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario