lunes, 2 de junio de 2014

La mujer para el capitalismo ( eldiario.es)

http://www.eldiario.es/norte/euskadi/cuerpo-mujer-ultima-frontera-capitalismo_0_260374735.html

Del intervencionismo en los partos

http://www.elmundo.es/salud/2014/05/30/5387867bca4741d8628b457d.html

     Aquí os dejamos este artículo publicado esta semana en el mundo digital. Me gusta ver que se habla de parto respetado, lactancia y crianza natural en los medios. Esto significa que las cosas empiezan a visibilizarse, aunque el conflicto existe hace ya demasiado tiempo. El problema del intervencionismo en los partos se remonta a hace no cientos, sino miles de años. La especie humana lleuuva poblando la tierra millones de años, a medida que nuestra especie se fué alejando de su parte instintiva y animal para desarrollar capacidades cognitivas cada vez más avanzadas, se alejó también de su capacidad de concebir tal y como el resto de los mamiferos lo hacen. Es verdad que el tamaño del cráneo humano es claramente superior al del resto de los mamíferos, pero también es verdad que ha desarrollado sistemas para salvaguardar este "problema de cabeza". Igualmente hay que mencionar que los humanos llevamos a cabo una "exogestación" pues nuestra madurez cerbral e inmunológica se producen fuera del útero materno.  

     Pero no quiero hablar de antropología ( de lo cual no se apenas nada) si no de intervencionismo. Nuestro querido Michel Odent nos hablaba hace apenas una semana del condicionamiento cultural del parto. A lo largo y ancho del planeta las distintas sociedades y culturas tienen sus propios ritos y costumbres alrededor del parto, es difícil encontrar una mujer que dé a luz sola, en la intimidad, en la oscuridad, al abrigo de la propia naturaleza o de su hogar...Y este es el problema: activamos el neocortex, donde reside el raciocinio, el lenguaje...Es por ello que cualquier tipo de intervención en un parto puede detenerlo y dar al traste con todo el mecanismo fisiológico y biológico del nacimiento humano. Quirófanos, paritorios, piscinas de parto, pelotas, sillas, acompañantes ruidosos, médicos, enfermeras, matronas, axuiliares, maridos, familiares.....toda una serie de interrupciones sensoriales que aunque creadas y destinadas a procurarnos lo mejor no dejan de inhibir una maquinaria "quasi perfecta". Da miedito pensar en parir sola, pero todo es fruto de años y años de condicionamientos, de ideas de dolor y sufrimiento, de malas prácticas y de malas experiencias. 

   
Es hora de empoderarnos de pensar que millones de años de evolución no pueden verse ensombrados por unos pocos miles de intervencionismo. Querer "hacer algo" o ayudar en los partos a veces trae más daños que beneficios, pero esta es una afirmación que sólo aquellas personas que conozcan profundamente desde la experiencia lo que es un parto fisiológico y natural puede entender. Es de agradecer que haya centros sanitarios públicos o privados que se preocupen por "humanizar los partos" pero lo que habría que hacer tal vez es "mamiferizarlos" (como bien dice M. Odent). Un paso hacia esto último puede ser la asistencia al parto domiciliario por parte de la sanidad pública; en mucho países europeos como Inglaterra las mujeres pueden elegir esta fórmula, así al menos el intervencionismo está reducido al mínimo posible y solo en caso de urgencia las mujeres se trasladan a los hospitales.

Mucho por hacer, tanto por aprender.